Por ser un combustible, es necesario que para su manipulación existan ciertos cuidados especiales como: evitar el contacto con la piel y la inhalación de vapores debido a que estos son tóxicos y en concentraciones altas puede causar mareos, náuseas, dolores de cabeza, pérdida del conocimiento, convulsiones, asfixia y, en casos extremos hasta la muerte.
Se recomienda al operario manipulador del producto, el uso de los elementos de protección personal, entre estos; ropa impermeable adecuada, gafas y guantes de seguridad. Adicionalmente debe estar capacitado en levantamiento de cargas según la NOM-006 de la STPS, conservando posturas correctas de levantamiento y seguridad industrial.