Toda industria necesita productos de
calidad y en especial la vitivinícola.
La elaboración del vino es un proceso riguroso en el que se puede hacer uso de diferentes técnicas. Para lograrlo, existen 5 procesos clave.
Cosecha
Trituración y prensado
Fermentación
Clarificación
Envejecimiento y embotellado
En todos y cada uno de estos procesos, CONTYQUIM te acompaña con sus productos y servicios diseñados a la medida de tus procesos.
La calidad de nuestros productos es indiscutible, nuestros desarrollos de productos son contigo y bajo tus necesidades. En términos generales, puedes utilizar las tecnologías de membrana y de intercambio iónico en diferentes procesos.
Estabilización tartárica en el vino
El pH desempeña un papel fundamental en muchos aspectos de la producción de vino, en particular en lo que respecta a su estabilidad, en este proceso se remueve el potasio a través de un intercambiador cargado con iones de hidrógeno o de sodio.
Ajuste de la azúcar e incremento del nivel de alcohol
El proceso de enriquecimiento del mosto, cuando se efectúa mediante ósmosis inversa, nos ayuda a eliminar hasta el 20% del agua o incrementar el nivel de alcohol en un 5%. Esto, a la vez, incrementa el valor de tu vino.
El uso de la ósmosis inversa para ajustar el nivel de alcohol es una gran opción, alrededor del 30-50% de etanol se rechaza en los procesos de OI.
Estabiliza el mosto de la uva y elimina la turbidez
El intercambio iónico mejora radicalmente el sabor, logra estabilizar el mosto de uva mediante la eliminación de sales, ácidos orgánicos, compuestos nitrogenados (como proteínas y organismos) además de colorantes como los polifenoles.
Esto es indispensable en la producción de vino blanco.
Desacidificación del vino
Todos los procesos anteriores pueden contribuir a la formación de ácido acético en el vino. El ácido acético en pequeñas dosis puede mejorar el aroma del vino, sin embargo, el exceso de este puede provocar una acidez acentuada y notable, la cual es mejor evitar.
Embotellado y eliminación de materias orgánicas
El vino se pasa por una membrana de microfiltración o ultrafiltración para eliminar cualquier partícula formada durante la maduración en barril y todos los microorganismos críticos que podrían afectar las características sensoriales del vino.
Antes del embotellado, se puede aplicar Velcorin® para asegurar la estabilidad microbiológica del vino