5 ABRIL, 2022
El tratamiento de aguas residuales demanda agua libre de residuos y apta para el uso, ya sea para procesos industriales o consumo de agua potable. Para llevar a cabo el tratamiento de aguas residuales, se implementan dos productos: coagulantes y floculantes.
Los coagulantes son sustancias químicas que alteran la carga eléctrica de las partículas suspendidas, lo que hace que se aglutinen. Mientras que los floculantes son sustancias utilizadas para inducir la desestabilización de las partículas coloidales suspendidas en el agua. La coagulación y la floculación son procesos esenciales para separar y eliminar los sólidos suspendidos en el agua.
Estos procesos mejoran la claridad del agua y reducen la turbidez. La coagulación y la floculación extraen los sólidos en suspensión que pueden tardar días o incluso décadas para asentarse en el agua de forma natural.
En la coagulación se elimina la doble capa eléctrica que caracteriza a los coloides y la floculación consiste básicamente en la aglomeración de los coloides mediante la atracción de las partículas con el aglutinamiento que se logra por la presencia de sustancias conocidas como floculantes.
La prueba de la jarra es un método estándar en el que se prueban varias cantidades de coagulantes y tiempos de floculación en una muestra de agua cruda. Se deben probar varias muestras antes de la implementación en un volumen mayor del proceso de tratamiento.
La determinación de la cantidad y el tipo de coagulante utilizado cambia según una variedad de condiciones del proceso. Muchas condiciones externas y ambientales diferentes afectan la forma en que se trata el agua cruda, lo que cambia la cantidad y el tipo de productos químicos que debe usar la planta de tratamiento. Por ejemplo, una lluvia intensa tendrá un gran impacto en el agua influente o cruda en una planta de tratamiento.
Hay dos tipos de coagulantes que se utilizan: orgánicos e inorgánicos. Los coagulantes inorgánicos suelen ser un tipo de sal de aluminio o hierro. El sulfato de aluminio y el cloruro férrico son populares y muy utilizados.
Para que sea eficaz, el coagulante debe aplicarse y agregarse al agua correctamente. Los coagulantes orgánicos, también conocidos como polímeros, se utilizan de manera predominante en los procesos de tratamiento de agua.
La floculación es el agrupamiento de partículas a través de un proceso físico. Una vez que se ha llevado a cabo el proceso de coagulación, el proceso de floculación comienza con la agitación o mezcla del fluido. Esto permite que algunos de los sólidos suspendidos comiencen a unirse y a formar grupos más grandes. Este proceso es asistido por la adición de floculantes y mezcladores.
Una vez neutralizada la carga de las partículas coloidales, mezclar el fluido del proceso permite que se junten más partículas. El objetivo de este proceso es que las partículas agrupadas alcancen un estado en el que se puedan filtrar con más facilidad.
En nuestra división de Tratamiento Integral de Aguas (TIDA) ofrecemos gran variedad de coagulantes y floculantes para el tratamiento, dependiendo de las características de las aguas de origen industrial y trabajamos de la mano con proveedores de clase mundial para llevar a cabo proyectos de ingeniería que incluyen la implementación, desarrollo y mantenimiento para obtener la mejor calidad en agua.