Los solventes son sustancias de gran uso a nivel industrial y laboratorio. Desafortunadamente, los solventes que se utilizan son compuestos de naturaleza orgánica que durante su manipulación se liberan a la atmósfera compuestos orgánicos volátiles (COV’s) que generan diversos problemas al medio ambiente.
La química verde surge debido a la necesidad de crear mejores tecnologías para la obtención de diversos productos y procesos químicos que reduzcan o eliminen el uso y producción de sustancias peligrosas.
La química verde pretende dar respuesta a la necesidad de cambio mediante una nueva filosofía con doce principios que se articulan en torno al aspecto medioambiental:
Líquidos iónicos
Algunos solventes alternativos importantes son los líquidos iónicos, los cuales están constituidos exclusivamente por iones, la ventaja más importante de estos compuestos es que su presión de vapor es prácticamente nula por lo cual son considerados como benignos en comparación con los solventes volátiles.
La característica principal por la cual son considerados como solventes verdes es que se encuentran en estado líquido en un amplio rango de temperaturas, lo que los hace adecuados para realizar reacciones químicas que requieran altas temperaturas.
Compuestos fluorados
Los compuestos fluorados son productos que pueden ser fácilmente separados y los solventes usados son reutilizables. Las características más importantes de estos compuestos es que son:
Químicamente inertes
Térmicamente estables.
No son flamables ni tóxicos.
Se pueden mezclar con muchos solventes orgánicos y agua.
Poseen un amplio intervalo de puntos de ebullición.
Son compuestos no polares y de alta densidad.
Fluidos supercríticos
Otros solventes alternativos, son los fluidos supercríticos los cuales se pueden difundir como un gas y disolver como un líquido.
Sus propiedades hacen que se pueda sustituir al agua y a los solventes orgánicos en numerosos procesos. Las ventajas de los fluidos supercríticos son:
Menor resistencia a la transferencia que solventes convencionales.
Su densidad y poder disolvente puede ajustarse modulando la presión y temperatura.
Poseen altas solubilidades y bajas viscosidades, esto mejora los procesos de transferencia de materia.
Consumen menos energía que los procesos con solventes convencionales.
Su uso elimina los inconvenientes como volatilidad, residuos, inflamabilidad y toxicidad.
El uso de solventes alternativos aumenta día a día, algunos de estos ya han mostrado ser buenos e inclusive mejores para algunos procesos químicos, en comparación con los solventes convencionales.
Actualmente ya existen múltiples aplicaciones para los solventes verdes, y cada vez se realizan más investigaciones al respecto, por lo que en un futuro puede llegar a limitarse extensamente el uso de los solventes orgánicos convencionales.
