A lo largo del tiempo, las investigaciones en el área de los solventes orgánicos han demostrado que estas sustancias pueden ser nocivas para la salud y potencialmente tóxicas. Estos productos con frecuencia se manipulan en las labores industriales de mantenimiento y producción, aunque también inadvertidamente en las labores de limpieza del hogar, un mal manejo de dichas sustancias puede alcanzar el sistema nervioso central o periférico en caso de haber sido inhalados y/o absorbidos por la sangre. Según sea la sustancia, el tiempo y el grado de exposición pueden reducir, o incluso destruir las funciones de las células nerviosas, alterar la función renal, hepática, de la médula ósea, etc.
Sus efectos agudos se observan como, una sensación de intoxicación, aturdimientos, mareos y finalmente una pérdida de la conciencia. Para tener un mejor control sobre esto hay que saber diferenciar la exposición que se pueda llegar a tener con la sustancia:
- Una exposición aguda es casi siempre accidental, de corta duración y los efectos terminan por desaparecer pronto.
- Una exposición no controlada y a pequeñas concentraciones puede ser mucho más nociva.
Es importante tener en cuenta que los solventes al ser ingeridos afectan con mayor avidez la sustancia blanca (rica en lípidos) y son absorbidos en menor cantidad por la sustancia gris, debido a que son liposolubles. Para evaluar el daño a nivel cerebral, los investigadores encargados realizan test psicológicos, para determinar si existen fallas en el pensamiento lógico y espacial, la capacidad de observación, la habilidad para llevar a cabo tareas manuales delicadas con precisión, la memoria, entre otros.
Estudios demuestran que las células nerviosas se dilatan después de haber estado expuestas a los solventes, bloqueando así el flujo sanguíneo en los vasos delgados que aprovisionan a las células sumistrándoles oxígeno y glucosa, dos elementos que aseguran el buen funcionamiento del sistema nervioso. Si privamos de oxígeno a la célula nerviosa durante más de dos minutos, pueden producirse daños irreversibles. Ciertas regiones del cerebro son muy sensibles a la falta de oxígeno, nos referimos específicamente a la corteza, el cerebelo y el hipocampo.
En Contenedores y Químicos de México somos conscientes y responsables con el uso correcto de SOLVENTES, por lo que llevamos a cabo las siguientes actividades:
- El personal operativo, debe conocer el tipo de solvente que está manipulando. Mediante la hoja de seguridad, puede darse cuenta que uso y manejo debe de darle, así como su almacenamiento correcto.
- En los centros de trabajo donde se utiliza el solvente o el almacén donde se resguarda es indispensable contar con ventilación.
- La concentración de los solventes en la atmósfera que se respira debe ser verificada periódicamente.
- Cuando sea inevitable la elevada concentración en el aire se deben implementar el uso de mascarillas.
- Si se tiene contacto con el solvente, o este debe ser manipulado, se deben utilizar guantes, de neopreno u otro material resistente debidamente especificado por el proveedor.
El compromiso con nuestros clientes y sus empleados nos ha llevado a desarrollar solventes de especialidad amigables con los usuarios y el medio ambiente, con bajo nivel de toxicidad, olor adecuado, entre otras características que favorecen su uso y su implementación en diversos procesos productivos, acércate a nuestro equipo experto; tenemos el producto que tu personal y tu proceso necesita.
Referencias
Boletín de la Sociedad Peruana de Medicina Interna - Vol. 13 No1 – 2000, Julio Piscoya Arbañil, https://sisbib.unmsm.edu.pe/BV...
Exposición laboral a solventes en empresas afiliadas a una administradora de riesgos laborales 2011 – 2014,
Diana Marcela Madrigal, Aixa Liliana Martínez Toro,
https://repository.urosario.ed...
