El manejo de productos químicos se encuentra generalizado en nuestra sociedad, en los ámbitos industrial, profesional y doméstico. Su uso aporta muchas ventajas, aunque en determinadas circunstancias pueden derivarse consecuencias negativas para la salud y el medio ambiente.
Cualquier actividad que implique la manipulación de productos químicos está asociada a un riesgo para la salud. Algunos sectores de la población como niños, población laboral entre otros, son más vulnerables al riesgo químico, sobre todo si su uso se realiza de forma incorrecta.
Algunos de los productos químicos más utilizados en nuestra vida cotidiana son:
- Insecticidas
- Raticidas
- Cloro, amoniaco, detergentes, limpiadores
- Pinturas, disolventes, adhesivos
¿Qué problemas de salud pueden generarse por el uso incorrecto de los productos químicos?
Los posibles efectos originados por la exposición a productos químicos peligrosos dependen de factores como la vía de entrada al organismo (vía dérmica, respiratoria o digestiva), del tiempo y número de exposiciones y de factores tales como el estado de salud, la susceptibilidad individual, la edad, entre otros.
Siendo los más frecuentes:
- Irritaciones dérmicas y oculares.
- Quemaduras. Somnolencia.
- Contaminación de alimentos y agua potable.
- Contaminación de ríos, lagos, embalses, fauna, flora…
Y a largo plazo:
- Enfermedades crónicas.
- Sensibilización a determinadas sustancias.
- Dermatitis química.
- Posibles efectos sobre la fertilidad.
- Malformaciones congénitas para el feto en desarrollo.
- Daños al medio ambiente.
Otros peligros:
La principal medida de prevención al utilizar cualquier producto químico es conocer sus riesgos y cómo manipularlos correctamente. Así, antes de usar un producto, se debe leer su etiqueta, que contiene la información básica sobre sus riesgos y las medidas de seguridad a adoptar.
Por ello, los productos deben mantenerse en sus envases originales. Si fuera imprescindible un trasvase, el nuevo envase deberá etiquetarse con los datos de la etiqueta original. Nunca se deben trasvasar productos químicos a envases de bebidas o alimentos, ni siquiera etiquetándolos, ni se deben tener envases con productos químicos sin identificar.
En general, las normas básicas de seguridad a seguir son:
- Utilizar siempre los productos de limpieza según las recomendaciones e instrucciones del fabricante. No utilizarlos en concentraciones o cantidades mayores a las indicadas ya que no se consigue más eficacia y se incrementan los riesgos.
- Como norma general, no mezclar distintos productos de limpieza. Algunas sustancias pueden reaccionar violentamente o desprender gases tóxicos cuando se mezclan. Un caso frecuente es la generación de gases tóxicos al mezclar cloro con amoníaco o con productos ácidos (ácido muriático, limpiadores y desincrustantes anti-cal).
- Las sustancias que desprenden gases o vapores, como el amoníaco, el aguarrás u otros disolventes, deben manipularse siempre con ventilación adecuada. Si la ventilación no es suficiente, se debe utilizar mascarilla y filtro adecuados a las sustancias manipuladas.
- Los productos inflamables deben mantenerse alejados de llamas, chispas o puntos calientes. Evidentemente, cuando se utilice cualquiera de estos productos estará prohibido fumar y utilizar cualquier aparato que produzca llamas o chispas. Cuando se utilicen aerosoles, no dirigir el producto pulverizado hacia bombillas encendidas o cualquier otro punto a temperatura elevada.
- No se debe fumar, beber ni comer mientras se estén manipulando productos químicos. Después de manipularlos siempre hay que lavarse las manos.
- Los recipientes de productos químicos se deben mantener bien cerrados cuando no se utilizan. De esta manera se evita la posibilidad de derrames o salpicaduras y que sus vapores contaminen el ambiente o puedan inflamarse si hay focos de ignición próximos.
- Cuando sea necesario efectuar trasvases, se debe evitar el vertido libre entre recipientes. Emplear bidones provistos de dosificadores o equipos portátiles de bombeo. Los trasvases deben realizarse lentamente y con el máximo cuidado, para evitar salpicaduras.
- Siempre que se manipulen productos químicos y, especialmente cuando se efectúan trasvases de líquidos corrosivos, se deben utilizar equipos de protección adecuados para evitar contactos y salpicaduras (guantes y botas impermeables, gafas o pantallas de seguridad, etc.).
- En caso de salpicadura de algún producto, sobre todo si se trata de un producto irritante o corrosivo, es imprescindible quitarse la ropa mojada y lavar la zona afectada con agua abundante. Por ello, donde se manipulen productos químicos y, especialmente, en los almacenes y lugares donde se realicen trasvases, deben existir puntos donde poder lavarse rápidamente.
Referencias:
https://www.climprofesional.com/blog/uso-seguro-de-los-productos-quimicos/
http://prevencionar.com/2016/05/18/utilizar-seguridad-los-productos-limpieza/