El ciclo de vida de un producto es el proceso por el que pasa un artículo comercial desde el diseño y la definición de los últimos detalles antes de ser introducido al mercado, hasta su desaparición y obsolescencia, todos los productos pasan por cuatro fases bien diferenciadas durante su existencia. A esta existencia es a la que denominamos ciclo de vida.
Este método de análisis considera cuatro etapas consecutivas: introducción, crecimiento, madurez y declive.
1. Introducción: Aquí la inversión es importante ya que se debe:
En esta etapa:
2. Crecimiento: A esta altura, el producto se encuentra suficientemente definido en su diseño y especificaciones. La prioridad durante esta etapa es optimizar los procesos, conocer su capacidad y establecer métodos para poder satisfacer a la demanda del mercado.
En esta etapa:
3. Madurez: En esta etapa el producto ya está establecido con firmeza en el mercado. Existen competidores bien definidos, y la cuestión ahora es reducir costos y minimizar el número de alternativas.
En esta etapa:
4. Declive: En esta etapa ya no tiene sentido invertir demasiado en él, ni en costos ni en mercadotecnia (excepto que haya una necesidad estratégica en seguir haciéndolo).
En esta etapa:
En esta etapa se debe tomar la decisión crucial: O se opta por la innovación del producto o se deja de producirlo.
Es importante que no sólo conozcamos nuestro producto, sino que entendamos realmente en qué etapa de su ciclo de vida se encuentra y cómo actuar estratégicamente para que éste sea lo más prolongado posible, incurriendo en inversiones mínimas y logrando utilidades máximas.