La industria alimentaria ha evolucionado velozmente en los últimos años, debido fundamentalmente al auge de la demanda de platos precocinados, preocupación por la salud y calidad de los alimentos, y por la globalización y la consiguiente ampliación del abanico de ingredientes y platos demandados por los consumidores.
Todo lo anterior ha llevado a la industria a una transformación radical en los principales aspectos del negocio: sus mercados, sus productos y sus procesos.
A grandes rasgos el tratamiento integral de aguas cumple con las siguientes etapas:
1. Las aguas residuales fluyen desde la planta de producción hacia un punto de recolección.
2. Se tamiza para quitar cualquier sólido grande o pesado que pudiera dañar las bombas en el proceso. Un tamizado apropiado ayuda a reducir el consumo de productos químicos, protege las bombas en el proceso y disminuye los costos operativos.
3. Se recolectan y se mezclan para formar una solución homogénea.
4. Se bombea hacia el floculador donde reciben tratamiento químico.
5. El agua luego fluye hacia una unidad de flotación de aire disuelto (DAF) donde se produce una separación física de los sólidos.
6. Los sólidos separados fluyen fuera del sistema DAF en forma de lodo. Según la naturaleza de los sólidos eliminados, se consideran distintas opciones para el manejo de lodos.
7. El agua clarificada fluye fuera de la unidad de DAF para ser utilizada en otros procesos o para su disposición final.
En los procesos de producción de este ámbito el agua es una materia prima muy utilizada, por lo que la implementación de nuevas líneas de producto implica la aparición de nuevas problemáticas en la depuración de la misma. A esto se suma la constante evolución en las normativas al respecto de los niveles de residuos y contaminantes, o en general en cuanto a emisiones, reutilización y reciclaje de materias primas.
Cada aplicación de tratamiento de aguas residuales es única. Tiene su propio conjunto de variables, que hace absolutamente necesario contar con un diseñador de procesos experimentado. No obstante, existen algunos patrones generales que se cumplen en el diseño del proceso.
Este escenario genera nuevas necesidades y, por tanto, nuevas oportunidades y posibilidades que hay que aprovechar. Por eso no es de extrañar el interés creciente en nuevas tecnologías que permitan cumplir con todos los requisitos de la depuración de estas aguas de la forma más eficaz, segura y económica posible.
El conocimiento de estas tecnologías y sus potencialidades puede ayudar a reducir el nivel de contaminación de las aguas industriales y consecuentemente avanzar en su posibilidad de reutilización. Algunas de estas tecnologías están orientadas a recuperar materiales y componentes que se encuentran en las aguas residuales, entrando en conceptos de economía circular y eficiencia en la utilización de los recursos.
Si cree que su empresa puede mejorar en ahorros y reutilización de aguas, contáctenos, en CONTYQUIM podemos ayudarle a minimizar los consumos de agua, reducir las cargas contaminantes y reutilizar las aguas de procesos mejorando sus niveles de eco-eficiencia y costos de producción.
