El agua que llega a nuestras casas y empresas debe ser un agua limpia, o lo que llamamos potable, sin embargo, puede contener contaminantes, como sales, metales pesados, productos químicos, bacterias y virus.
Estos contaminantes pueden tener un impacto negativo en la salud humana, la seguridad alimentaria y el medio ambiente. Sin embargo, los sistemas de ósmosis inversa son una forma efectiva de mejorar la calidad del agua.
Los sistemas de ósmosis inversa son una solución ideal para empresas que buscan mejorar la calidad del agua para sus empleados, clientes y procesos productivos. En este blog, hablaremos sobre cómo los sistemas de ósmosis inversa pueden ayudarte a mejorar la calidad del agua en tu empresa.
¿Qué es la ósmosis inversa?
La ósmosis es un proceso natural que ocurre cuando el agua pasa de una solución con menor concentración de soluto a una solución con mayor concentración de soluto. La presión osmótica es la fuerza que impulsa este proceso.
La ósmosis inversa es un proceso que invierte la ósmosis natural. En la ósmosis inversa, se aplica presión a una solución con mayor concentración de soluto para forzar el paso del agua a través de una membrana semipermeable.
Esta membrana permite el paso del agua, pero bloquea los contaminantes. Los sistemas de ósmosis inversa utilizan una serie de filtros para eliminar los contaminantes del agua antes de que pase a través de la membrana.
Estos filtros suelen incluir un filtro de sedimentos para eliminar las partículas grandes, como arena y limo, un filtro de carbón para eliminar el cloro, los productos químicos y los olores y un filtro de reducción de sólidos disueltos (TDS) para eliminar las sales, los metales pesados y otros contaminantes.
¿Cómo funcionan los sistemas de ósmosis inversa?
Los sistemas de ósmosis inversa suelen constar de una bomba que aplica presión al agua para forzarla a pasar a través de la membrana, la membrana de ósmosis que permite el paso del agua, pero bloquea los contaminantes y un tanque de almacenamiento del agua purificada y limpia.
El agua que llega al sistema de ósmosis inversa pasa primero por el filtro de sedimentos para eliminar las partículas grandes. Luego, el agua pasa por el filtro de carbón para eliminar el cloro, los productos químicos y los olores.
Finalmente, el agua pasa por la membrana de ósmosis inversa, donde se eliminan los contaminantes restantes. Posteriormente, en este mismo proceso, el agua purificada se almacena en el tanque de almacenamiento.
De esta manera y al final del proceso antes descrito, el agua purificada se puede utilizar entonces, para beber, cocinar, lavarse las manos, lavar la ropa y otros fines, se convierte en agua potable.
Beneficios de los sistemas de ósmosis inversa
Los sistemas de ósmosis inversa ofrecen una serie de beneficios para las empresas. A continuación se mencionan algunos de estos beneficios.
Mejora de la calidad del agua
Los sistemas de ósmosis inversa pueden eliminar hasta el 99% de los contaminantes del agua, incluyendo sales, metales pesados, productos químicos, bacterias y virus. Esto puede ayudar a proteger la salud humana, mejorar la seguridad alimentaria y reducir los riesgos ambientales.
Ahorro de costos
Los sistemas de ósmosis inversa pueden ayudar a las empresas a ahorrar dinero al reducir la necesidad de comprar agua embotellada o contratar servicios externos de suministro de agua.
Mejora de la productividad
Los sistemas de ósmosis inversa pueden ayudar a mejorar la productividad de los empleados al proporcionarles agua limpia y fresca para beber y cocinar.
Mejora de la imagen corporativa
Los sistemas de ósmosis inversa pueden ayudar a las empresas a mejorar su imagen corporativa al demostrar su compromiso con la sostenibilidad y la salud.
¿Cómo elegir el sistema de ósmosis inversa adecuado?
Además de temas como precio, marca o garantía, es importante considerar una serie de puntos fundamentales antes de elegir el sistema adecuado para tu empresa o para el proyecto específico que necesitas. Por lo que a continuación, te presentamos los puntos considerables.
Calidad del agua
La calidad del agua que llega determinará el tamaño y el tipo de sistema de ósmosis inversa que necesita. Si el agua que llega es de buena calidad, puede elegir un sistema de ósmosis inversa de tamaño pequeño o mediano.
Por el contrario, si el agua que llega es de mala calidad, es posible que necesite un sistema de ósmosis inversa de mayor tamaño o con un tipo de membrana diferente. Para evaluar la calidad del agua, puedes solicitar un análisis de agua a una empresa especializada. Este análisis le indicará los niveles de contaminantes presentes en el agua.
El caudal
El caudal es la cantidad de agua que el sistema puede producir por hora. El caudal que necesita dicho sistema dependerá de la cantidad de agua que utiliza. Si se requiere una gran cantidad de agua, un sistema de ósmosis inversa con un caudal alto es la mejor opción.
Por ejemplo, una empresa que necesita producir 100 galones de agua potable al día, necesitará un sistema de ósmosis inversa con un caudal de al menos 4 galones por minuto.
El espacio
Los sistemas de ósmosis inversa pueden ser grandes, por lo que es importante asegurarse de que tenga suficiente espacio para su instalación. Antes de decidir por un sistema, mide el espacio disponible en el lugar donde se instalará. También ten en cuenta que el sistema necesitará espacio adicional para almacenar los filtros y el tanque de almacenamiento.
Un sistema de osmosis a la inversa, sin duda alguna, es una inversión que necesitas. Sin embargo, al ser un sistema tan complejo, requiere de expertos para su instalación. Para ello está Contyquim.
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