En el presente artículo nos permitimos comentar acerca de los sistemas de ósmosis inversa.
Éste es un método utilizado para desalinización y/o potabilización de agua. Una tecnología accesible hoy en día para cubrir necesidades a nivel industrial, así como al alcance de tu hogar.
¿Cómo se lleva a cabo?
La ósmosis inversa es una técnica muy útil y bien desarrollada para la purificación y desalinización del agua. Consiste en forzar el agua a través de una membrana semipermeable que permite su paso, pero no de otro material. Este proceso, que no es una simple separación a través de tamices o ultrafiltración, depende de la sorción preferencial del agua en la superficie de una membrana porosa de acetato de celulosa o poliamida.
Objetivos de la ósmosis
En todos los métodos de desalinización es necesario un tratamiento previo de la alimentación, y por tanto la ósmosis inversa no es la excepción.
En general, las corrientes de alimentación y salmuera se tratan con los objetivos siguientes:
- Eliminar el exceso de turbidez o sólidos en suspensión.
- Ajustar y controlar el pH y temperatura de la alimentación.
- Inhibir o controlar la formación de compuestos, que una vez precipitados taponarán las canalizaciones del agua o el recubrimiento de las membranas.
- Desinfectar y evitar el crecimiento de lodos o contaminación del equipo.
- Eliminar los aceites emulsionados o sin emulsionar, y compuestos orgánicos similares.
Es importante saber que…
El exceso de turbidez y sólidos en suspensión pueden eliminarse generalmente por coagulación y floculación seguida de un proceso de sedimentación y/o filtración. Puede ser necesario el uso de filtro de arena a presión. La materia coloidal que ocasione un descenso del flujo puede tolerarse, pero debe efectuarse una limpieza periódica.
La deposición de compuestos orgánicos puede evitarse mediante un pretratamiento con carbón activado. Según el tamaño de la planta y la concentración de materia orgánica en la alimentación, algunas veces resulta más económico dejar que la materia orgánica se deposite y efectuar la limpieza más frecuentemente.
Es preciso tomar ciertas medidas para evitar un crecimiento biológico excesivo sobre las membranas. Una buena técnica de inhibición consiste en la cloración de la alimentación hasta una concentración residual de ½ mg/litro; este tratamiento da lugar a una ligera deterioración de la membrana de acetato de celulosa.
El tratamiento posterior del agua permeada o producto generalmente implica un ajuste del pH, una desgasificación para eliminar el dióxido de carbono, y una desinfección si queremos utilizarla como agua potable.
Contyquim en su división de tratamiento integral de aguas (TIDA), ofrece un amplio rango de soluciones de tratamiento incluyendo el mencionado en el presente artículo.
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